sábado, 19 de mayo de 2012

La Imaginación Radical a la que me refiero

La refexión, según la entiende Castoríadis, "es definible como el esfuerzo por quebrar la clausura en la que necesariamente estamos siempre capturados como sujetos, venga de nuestra historia personal o de la institución histórico social que nos formó, vale decir, que nos humanizó. En ese esfuerzo la imaginación juega un rol central ya que el cuestionamiento de las ‘verdades establecidas’ no es ni puede ser nunca un cuestionamiento en el vacío, sino siempre hermanado con la posición de nuevas formas y figuras de lo pensable creadas por la imaginación radical sujetas al control de la reflexión, todo ello bajo la égida de un nuevo ‘objeto’ de investidura psíquica, objeto no-objeto, objeto invisible: la verdad".
Verdad entonces no como ‘revelada’, sino más bien como producto de una imaginación radical, una novedosa visión respecto del quehacer sobre el conocimiento en la escuela. El espacio de reflexión es paralelo, cuando no superpuesto al espacio de la creación, un verdadero esfuerzo por la novedad en donde la excepción jugará entonces el papel más protagónico, jamás supuesto en el espacio normalizador del aula. ¿Qué sería entonces trabajar en los entornos de la verdad[1]? Reflexión y actitud crítica, imaginación radical, son garantes del escape de la clausura, de la que también nosotros debemos prevenirnos. Clausura de la institución, de los profesionales, del espacio del aula, de la historia que ¿nos humanizó? Qué rol juega la imaginación, si no es entonces el de la potencia creadora en la que se ancla el sentido.

La comunicación, según lo veo, serí la axiomática que permite atravesar el camino que, en paralelo, han ido desarrollando las disciplinas, cuyas identidades lingüísticas y de objeto les han impedido acomodarse correctamente al trabajo interdisciplinario (sea esto por confinamiento, especificidad o mero celo). Un trabajo tal es el que permite una vinculación correcta entre información y decisión; lo que mejora la difusión y la reflexión sobre aquellas problemáticas, e invita a una participación e involucramiento de las comunidades educativas primero, locales después. Articulados de este modo, comunicación y trabajo interdisciplinario conforman el mecanismo adecuado para vincular la teoría y la praxis en las aulas, y en general, en la institución escolar. Esto permitiría gradualmente atenuar el planteo de docentes y alumnos, cada vez más omnipresente, acerca del “¿para qué me sirve (enseñar, aprender) esto?”.No busco con ello promover el fin de las disciplinas, más por el contrario llevarlas a un nivel superior en el interior de la escuela, a fin de que desde dentro y fuera de ellas pueda alcanzarse la reclamada vinculación entre información y conocimiento, advirtiendo que esto no es ni más ni menos que la vinculación misma entre saber y poder, la que podremos entender así que aquí está en juego. El tratamiento de temas transversales, que serían aparentemente aquellos que no son estrictamente educativos, sino socio –económico y culturalmente importantes de ser tratados en la escuela (como si esta distinción fuese efectivamente posible), no puede ni debe ser descontextualizado de sus referencias situacionales, relaciones causales ni de las comunidades en las que surgen, se desarrollan, se resuelven o desaparecen. Más adelante hablaremos en profundidad al respecto









[1]que según Castoriadis, debe ser entendida “no como adecuación del pensamiento y la cosa, sino como el movimiento mismo que tiende a abrirle brechas a esa clausura en la que el pensamiento siempre tiende a encerrarse de nuevo. Por cierto, una vez más, y a menos que se quede en una interrogación vacía, todo pensamiento logrado establece a su vez una nueva clausura, lo que vuelve imprescindible una actitud crítica con respecto a los pensadores de antaño. La verdad del pensamiento es ese movimiento mismo, en y por el cual lo ya creado se encuentra situado e iluminado de otro modo por una nueva creación de la que necesita para no hundirse en el silencio de lo simplemente ideal”.

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